Tenía que ocurrir: al Rey (León) se lo ve desnudo, atrapado en la ciénaga de la inmoralidad pública.

Se va terminando aquella idea penetrante, propia de los momentos de derrota, consistente en una suerte de lógica básica: “se diga lo que se diga, y se haga lo que se haga, al gobierno no le importa nada. Seguirá para adelante aplicando e instrumentando sus decisiones contra viento y marea”. La consecuencia de esa mentalidad es que ningún argumento, acción social y política, ni lucha, tienen sentido.
Nota Completa: https://www.pagina12.com.ar/853320-corrupciones-y-miserias-del-modelo-mileista