¿Qué carajo hacemos con el siglo XXI?

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Por Federico Fumiato | Concejal en uso de licencia de Capilla del Monte | Precandidato a Diputado Nacional por el Partido Solidario en el Frente de Todos

Puum. Nos chocamos de frente y a 130 km/h. La humanidad, digo. Todavía no hablemos de política. Hablemos del shock. Estamos en shock. Si no asumimos eso estamos poniendo la mesa antes de amasar los fideos.

Entonces les propongo que hablemos de lo que viene sin disfraces políticos. A ver si coincidimos: 1) Estamos en shock. 2) Nos suspendieron el futuro (el pronóstico) y el pasado (la brújula). No jodamos, se nos llenaron las bibliotecas de preguntas y la alacena de vacíos.

Y parece que hablo de la pandemia. También hablo de la pandemia, pero no. Hablo sobre todo del siglo XXI, con pandemia e inteligencia artificial. Hablemos de lo que no queremos hablar, porque no sabemos qué decir: el siglo XXI nos pasa por encima. Se nos escurre entre las manos. No lo podemos explicar. Todo es nuevo, novedoso. La biotecnología y la inteligencia artificial (IA) van mucho más rápido que nuestra comprensión. A veces hablamos, pero desde el siglo XX. Y nos pasa por encima porque lo queremos explicar como progreso mientras vemos la degradación del mundo humano, de la política y, sobre todo, del ecosistema, la casa común.

Ahora sí hablemos de política.

Vamos a construir un modelo político que: 1) asuma la catástrofe que significa haber tocado el límite ecológico del mundo humano, con una pandemia global cortando una era y abriendo el llamado a una transformación mental como pedía Perón en el mensaje ambiental a los pueblos y gobiernos del mundo, en 1972 (todo lo dijo Perón en aquella carta); 2) abra el desafío más grande nunca antes visto: organizar un control comunitario, es decir político, es decir humano, de la biotecnología y la inteligencia artificial. Si no hablamos de esto, mejor sería callar.

Se calculan en cientos de millones los puestos de trabajo que voltea, de un momento a otro, la automatización: el nuevo orden tecnocrático que mercantilizó toda la vida humana y universal ya no va a explotar argentinos ni cordobesas, los va a desechar. Y entonces habrá dos sujetos sociales preponderantes intentando ponerle límites y control político a la mercantilización de la vida y las emociones: los millones de desocupados de las ciudades y quienes resisten el saqueo de nuestros territorios frente al avance del próximo ciclo de acumulación.

Entonces, queremos que el Frente de Todxs, la herramienta política que construimos en la resistencia, contenga estas expresiones y las fortalezca, porque si no el Siglo XXI nos pasa por encima.

Formo parte de dos cooperativas en las sierras cordobesas, una de comunicación y educación tecnológica. La otra de consumo producción de alimentos sin agroquímicos. Somos trabajadorxs desplazadxs por el desempleo y la catástrofe ambiental de las ciudades. Vivo en un barrio ecológico, con energía solar y autoconstrucción de viviendas sustentables. Gasto muy poco. La puerta de salida al sistema es la autonomía del trabajo y el consumo, y esta vez serán cientos de millones que buscarán refugio en estas formas de convivencia comunitaria respetuosa. Y todavía no se habla de ellxs en la política. Necesitamos una política del Siglo XXI, pospandémica, que ponga la tecnología bajo control de los servicios ecosistémicos y las necesidades comunitarias.

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