El ser humano en el centro de la escena

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Por Eduardo Fernández

Cuando en octubre del año pasado gran parte de la ciudadanía optó por un cambio de rumbo, entendió que el proyecto que proponía Alberto Fernández era el de poner en el centro a las personas. Invocando una supuesta defensa de la justicia en el caso de Vicentin y LATAM, parte de la oposición busca distraer la atención de las investigaciones que pesan sobre su gestión y sus socios.

Tal y como vienen ejecutándolo desde el inicio de la cuarentena, sectores de la oposición apelan a una nueva causa en su plan de avanzada contra el Gobierno Nacional. El escenario que promueven, corriendo el eje de la investigación por espionaje ilegal y las denuncias de lavado de dinero que pesan sobre Macri y varios de sus funcionarios, es la defensa de Vicentin.
Parte de restaurar la confianza en la política y de poner a nuestro país de pie dependerá de que las y los ciudadanos podamos conocer la verdadera trama detrás del accionar de empresarios inescrupulosos que, en asociación con funcionarios corruptos, representan esa Argentina de “vivos” que saqueó el país y que ya no podemos seguir tolerando.

OPERETAS
En primer lugar, a través de una irresponsable campaña “anti cuarentena” que no contó con la masividad que esperaban, quienes hoy enarbolan las banderas de las grandes compañías, intentaron plantear la falsa dicotomía entre salud y economía. El presidente Alberto Fernández se mantuvo firme y fortaleció las medidas sanitarias y de prevención que destacaron en todo el Mundo.
Posteriormente las operaciones fueron perdiendo fuerzas luego de la segunda ola de contagios de Coronavirus, que obligó a gran cantidad de comités de emergencias regionales y a los distintos Gobiernos a volver atrás con la flexibilización.
Ahora parte de la oposición, con argumentos dispares, defiende a aquellos que amenazan con dejar sin trabajo a miles de personas, o en el caso de la firma agrícola antes mencionada, a aquellos que también ponen en riesgo el cumplimiento de sus compromisos con el Estado y con los productores.
Estos casos ponen en evidencia cómo algunos personajes votados por parte de la ciudadanía son más susceptibles a las presiones sectoriales. Y en este punto, Córdoba es un escenario fundamental. Por ello se torna imprescindible que las y los representantes del pueblo renovemos nuestros compromisos y no cedamos ante las presiones de quienes buscarán ponerle palos en la rueda a un proyecto solidario que busca que el esfuerzo no recaiga siempre sobre la clase media o los sectores populares.

CAMBIO DE RUMBO
En el informe que brindó en el Senado de la Nación el jefe de Gabinete Santiago Cafiero, se ratificó el camino iniciado basado en la protección de la producción y el trabajo.
Cafiero repasó las medidas tomadas antes y durante la cuarentena. En las últimas semanas por ejemplo se extendió el congelamiento de tarifas hasta fin de año, o se anunció una nueva ayuda a través de la Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) a empresas para ayudar a pagar los salarios de las y los trabajadores registrados.
El mandato con el que asumieron Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner es el de un cambio de rumbo que ponga en el centro a las personas. En el marco de una pandemia, es fundamental defender a las empresas y a los puestos de trabajo y no a quienes pretenden sacar provecho de la situación.
Con el 85 por ciento del territorio argentino recuperando su capacidad productiva y comercial, según fuentes oficiales, el Estado no abandona a las pymes, siguiendo las bases del proyecto político que votó gran parte de la ciudadanía. Hoy más que nunca el compromiso es con toda la población que votó por un Gobierno que cambie las prioridades.

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