Hablemos de Soberanía Alimentaria

Compartir

Por Carina Mattiauda, militante del MOVI – Psol Alta Gracia

Cuando hablamos de Soberanía Alimentaria, hacemos referencia al derecho de los pueblos a alimentos nutritivos y culturalmente apropiados producidos a través de métodos sostenibles y saludables, es también su derecho a definir sus propias políticas y sistemas alimentarios, agrícolas y productivos.
Tanto en nuestro territorio como en la Patria Grande, somos muchas las organizaciones que hace tiempo venimos trabajando para garantizar el acceso a alimentos nutritivos y acordes a la cultura e historia de nuestros pueblos, fortaleciendo a los pequeños productores y economías regionales, tejiendo redes que consoliden el trabajo en equipo y con objetivos comunes.
Desde el MOVI-PSol – Alta Gracia venimos trabajando desde hace más de cuatro años con el Corredor de la Ruta 5, perteneciente a la Mesa de Soberanía Alimentaria de la Provincia de Córdoba, esto nos llevó a articular con diferentes organizaciones territoriales que abordan la misma problemática.
Durante el transcurso de estos años y ante un escenario adverso, en el que el Estado se desentendió de las políticas públicas, sociales y de las economías regionales, logramos potenciar a los pequeños productores locales, acortando la cadena de distribución. En conjunto con las organizaciones realizamos compras comunitarias a través de vínculos directos con productores familiares, pequeños productores, cooperativas, etc.
Acercando esos productos a los consumidores, la red que surge de esta actividad vincula a cientos de familias con un grupo de productores, fundamentalmente de alimentos. Nuestro fin es lograr un comercio justo entre ambos y establecer así un equilibrio de precio-calidad.
Esta experiencia se enmarca en un paradigma que enfatiza la producción y comercialización de proximidad, aspecto clave a fortalecer a la hora de pensar en procesos de desarrollo territorial y de economías regionales.
A partir de las experiencias en los diferentes territorios, pudimos visualizar aspectos positivos tales como la generación de mayor ingreso a las producciones familiares, mayor ahorro a los consumidores y el surgimiento de un vínculo de empoderamiento entre consumidores y productores.
En este marco además fomentamos la creación de otros grupos de compañeros que llevan a cabo tareas similares a las nuestras, para así llegar a más familias.
Si consideramos a los alimentos como un recurso, nuestra tarea es disputarle este recurso a los oligopolios que lo monopolizan, generando hambre y desigualdad, ya que un elemento fundamental para la relación entre los pueblos, como lo son los alimentos no pueden ni deben quedar en manos de personas que lucran desmesuradamente con su producción y comercialización.
Es por esto, que celebramos que el término Soberanía Alimentaria se encuentre hoy en discusión, creemos que no debe ser una cuestión circunstancial, por el contrario, en el actual contexto de crisis mundial, es preciso dar solución a las necesidades de alimentos de los pueblos.
La forma de asegurarnos de que esto ocurra es que desde el Estado se elaboren políticas públicas de Soberanía Alimentaria a largo plazo. Planificando estrategias que tengan en cuenta a todos los sectores productivos, garantizando el alimento como un derecho universal y no como una mercancía de enriquecimiento de unos pocos.

También puede gustarle...