Por una producción Sustentable y Soberana.

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Por Alicia Molina, Productora Familiar. Guarda Ambiental. Concejal mandato cumplido Militante del Partido Solidario Córdoba.

Para el mes de diciembre de 2019, en Buenos Aires, Facultad de Medicina, los diferentes sectores dentro de la Agricultura Familiar presentaban los 21 puntos para un Programa Agrario Soberano a los Ministros de Agroindustria Luis Basterra y Roberto Salvarezza de Ciencia y Tecnología.
Campesinos y campesinas, productorxs familiares, trabajadorxs rurales, pescadorxs artesanales, cooperativas, pueblos originarios, debatieron a nivel provincial y acercaron sus conclusiones a este documento nacional, proponiendo consideraciones específicas para este sector.
El 75% de las explotaciones agropecuarias en el País corresponden a la Agricultura Familiar y tiene una representatividad importante también como proveedora de casi el 60% de los alimentos que consumen las familias argentinas.
Esta actividad genera divisas a la economía del país, que además aporta con la producción primaria a la región, abastece regional y localmente con alimentos nutritivos además del autoconsumo familiar, genera puestos de trabajo en siembras o cosechas, comercializa de manera directa productor-consumidor significando una gran diferencia en el precio final de los productos.
El territorio argentino que es fértil, productivo y diverso demuestra así una riqueza incalculable. Es un derecho de lxs ciudadanxs hacer un uso Soberano y Sustentable de él.
Cuesta aceptar la realidad de que en Argentina se bonifique a los productores por aplicar “correctamente” agroquímicos en los cultivos y quienes trabajan la tierra de manera Agroecológica, sin aplicar agroquímicos sintéticos, no se encuentren incluidxs en estos premios de “Buenas Practicas Agrícolas”.

Es necesaria la voluntad política real que fomente y acompañe la producción de alimentos saludables y que priorice y proteja el agua dulce que todxs necesitamos para vivir.
Los programas para la Agricultura Familiar son escasos y además los requisitos que solicitan para acceder a los “beneficios” de los programas nacionales, son imposibles para nuestra realidad.
Queremos participación y trabajo conjunto con el Estado a fin de garantizar la Soberanía Alimentaria en la República Argentina, potenciar nuestras producciones, incorporar herramientas, agregar valor a la producción.

Necesitamos que el Estado priorice alimentar a los argentinos con alimentos de calidad que provengan de este sector, que proteja nuestras producciones de la inseguridad del desalojo de la tierra, que nos proteja de los envenenadores que fumigan en cercanías de escuelas, viviendas y nuestros cultivos agroecológicos.  Que la Mujer rural y originaria, esté contemplada en sus leyes y programas en temáticas de violencia, tenencia de la tierra, garantizar la continuidad en el proceso educativo. Lxs niñxs y jóvenes que forman parte de la comunidad rural y originaria, no cuentan con posibilidades distintas a las urbanas en cuanto a su formación educativa, cultural y laboral.

Necesitamos educación adaptada a la necesidad y al desarrollo del sector rural campesino, queremos que nuestros jóvenes sientan al campo como un lugar seguro y con posibilidades para desarrollarse.
Por lo que representa el sector y en un desafiante contexto de reorganización social post pandemia, creo imprescindible visualizar como sociedad, que alimentarse y darse de beber es prioritario.

Estamos esperanzados en que en esta nueva etapa mundial será imperioso potenciar la producción Sustentable y Soberana.

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