Camino a un país más justo

Compartir

Por Eduardo Fernández

Cuando aún era presidente, Mauricio Macri pidió un esfuerzo a la clase media y los sectores populares. El festival de bonos, la fuga de divisas y el aumento de la desigualdad signaron la gestión del PRO y aliados. En contrapartida, Alberto avanza hacia la construcción de una Argentina más equitativa, federal y solidaria.

La profunda crisis que nos dejó el macrismo, agravada con la aparición del Coronavirus, impulsó nuevas discusiones como la del proyecto de ley para gravar grandes fortunas. Nadie dejará de ser rico con este tributo, sin embargo los sectores implicados rechazan realizar un aporte en un momento en el que es necesario la colaboración para hacer frente a los efectos de la Pandemia.
El Presidente Alberto Fernández estuvo en Formosa durante la semana, y en su visita planteó que “el Impuesto a las Ganancias que aportan los que viven de un sueldo está mal y eso hay que corregirlo”.
Alberto completó: “Cuando veo la recaudación impositiva y se da cuenta de que la mayor parte de la misma son impuestos al consumo que pagan por igual el más pobre y el más rico, digo ‘¡qué injusticia!’. Tenemos la oportunidad de revisar todo porque la economía del mundo se dio vuelta”.
Hace algunas semanas el concejal mandato cumplido Ricardo Sapei retomaba en el boletín #Fernandez.Info un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), que daba cuenta de que la recaudación del IVA e Ingresos Brutos en 2019 alcanzaba un 10,3 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI). En cambio, los impuestos que gravan la riqueza alcanzaron sólo el 5,2 por ciento del PBI.
Los datos expresados y las declaraciones del Presidente dan pie al debate sobre la necesidad de que el sistema tributario argentino tenga una característica más solidaria y federal donde no se ajuste al trabajador. Esto será fundamental para la construcción de las bases de una Argentina más equitativa, federal y solidaria.

Circo mediático
Hace algunas semanas advertimos la respuesta del sector económicamente concentrado. Cuando se comenzó a hablar de un tributo extraordinario a las grandes fortunas, también empezó el ataque contra el Gobierno Nacional.
En este marco, el jueves 28 de mayo el Interbloque de Juntos por el Cambio, el del Frente de Izquierda y los Trabajadores, y Diputados del interbloque de Unidad Federal para el Desarrollo y del interbloque Federal, no lograron el quórum necesario para sesionar y rechazar el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 457 de ampliación presupuestaria.
Los cañones del antikirchnerismo apuntaron al Jefe de Gabinete Santiago Cafiero, que estará en la Cámara presentando su informe ante el Poder Legislativo en junio, y que según el DNU dispone de recursos para destinar partida presupuestaria a la lucha contra el coronavirus.
Este circo mediático que realizó un sector de la oposición de la Cámara de Diputados, es una demostración más de la ausencia de coherencia de Juntos por el Cambio, que paralizó el Congreso en 2019 o que modificó por decreto el presupuesto de 2018 horas después de que lo aprobara el Congreso.
Sin embargo la acción debe leerse en sintonía con el amplio consenso social que tiene el Presidente. Frente al celebrado proceso de unidad nacional que viene promoviendo Alberto con buena respuesta y predisposición de los gobernantes opositores, la oposición dura lleva adelante una feroz campaña de deslegitimación.
El accionar en el Congreso es sólo una de las maniobras para tratar de embarrar la cancha y evitar que se debata un modelo más equitativo. Es fundamental continuar y fortalecer la construcción que viene realizando el Frente de Todos en búsqueda de generar las condiciones para poner a la Argentina de pie. de todas las personas, con un sentido solidario y federal.

También puede gustarle...