El conflicto del transporte público en tiempos de neoliberalismo
*Por Pablo Tissera, referente cooperativista.
Días atrás, Córdoba Capital, segundo aglomerado urbano en población y superficie del país, que concentra más del 40% de los habitantes de la provincia, vivió uno de los conflictos más significativos de los últimos años. El paro del transporte público, que mantuvo parada por más de una semana a la ciudad capitalina.
Entendemos que aquí jugaron múltiples intereses, e intentaremos poner sobre la mesa algunos aspectos que consideramos relevantes para comprender mejor el conflicto, reflexionar de manera colectiva y crítica y proponer algunas salidas desde el sector de la economía social y solidaria.
Primero, nos parece oportuno analizar el contexto nacional en el que vivimos. En muchas editoriales planteamos críticamente la implementación de políticas públicas liberales con base en la ortodoxia económica, con resultados según datos oficiales que reflejan el aumento de la brecha entre los que más tienen respecto de los que menos tienen. Datos recientes del INDEC indican que la desocupación va en aumento (9,6% para el primer trimestre en el Gran Córdoba, por encima de la media nacional que es del 9,2%), una caída del consumo (3,4% a nivel nacional en mayo), un aumento de importaciones y una caída de inversiones extranjeras.
En este contexto se debaten los convenios colectivos de trabajo, con acuerdos salariales que en los últimos 15 meses han ido perdiendo terreno respecto de la inflación. Así, la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras respecto de la inflación no se condice con los aumentos dispuestos a otorgar por parte de las empresas, y claro, acordados con el poder concedente, el Municipio.
Creemos que en este vínculo reside uno de los puntos críticos de la cuestión, donde las y los trabajadores llevan las de perder. Y en este conflicto, ¿qué lugar ocupa el usuario? Hoy, es un actor pasivo.
Entre los aportes de la economía social y solidaria, para el Corto Plazo planteamos la necesidad de un Plan Integral de Movilidad Urbana, como lo sugiere la Red Ciudadana Nuestra Córdoba de la cual el IMFC es parte, que contemple la globalidad de los subsistemas de transporte y la intermodalidad, que respete los principios de una movilidad urbana sustentable, como accesibilidad, equidad, integración social, territorial, integralidad, sustentabilidad, continuidad, transparencia y rendición de cuentas, y participación.
Para el Mediano y Largo Plazo, una de las Propuestas Cooperativas para construir un país con más democracia y equidad distributiva del IMFC, va por el lado de construir las condiciones para constituir una empresa de propiedad pública que preste el servicio público, cuyos activos pertenecen al conjunto de la comunidad, teniendo al Estado como representante jurídico, y cuya Gestión sea de carácter Tripartito, formada por representantes del Estado, los trabajadores y los usuarios a través de organizaciones sociales representativas, complementado esto con mecanismos de democracia semidirecta (como consultas populares).
