Cooperativismo y género

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image_largeLas y los cooperativistas decimos “un mundo mejor es posible”, y lo planteamos no sólo en términos políticos, sociales y económicos, sino también en términos culturales, sin distinción de género, religión o cualquier otro aspecto. Creemos que el cooperativismo es una alternativa real y posible al capitalismo.
También debemos entender que vivimos en una sociedad donde existen intereses económicos, usos y buenas costumbres, tradiciones, ideologías con predominancia, siempre, de unos sobre otros. De allí vienen las pujas por el poder. Unos pretenden mantener total o parcialmente el statu quo, y otros, ponen en conflicto el permanecer y transcurrir como dice Eladia Blazquez, con la finalidad de transformar la realidad para caminar hacia ese mundo mejor que decíamos. Sin dejar de mencionar que el Estado y sus aparatos ideológicos juegan un rol protagónico en esto de reproducir o transformar.
Así, esta semana pasada hubo un importante conflicto que podemos titular #NIUNAMENOS, una marcha, una movilización que pone en contradicción el statu quo marcado, signado por el patriarcado en un sistema capitalista en el que mutuamente se reproducen en sentido económico, social y cultural, el capital y su acumulación está en el centro de la escena, siempre cuidando el mantenimiento de la cultura hegemónica, podemos describirla entre neoliberal y conservadora…
En la cotidianidad de la ideología dominante el ser humano es un recurso objeto más para la reproducción…
Podemos decir que la cultura dominante nos quiere individuales y no juntos, fieles a la religión que naturaliza la desigualdad terrenal. Nos quiere mujeres “fieles y débiles” y hombres “machos y fuertes”, nos quiere familia tipo y no ensamblada, nos quiere esclavos y explotados para producir y libres para consumir, ricos incluidos y pobres excluidos.
En la cultura dominante el machismo, la violencia de género, la no aceptación de la diversidad es natural, a lasmujeres las matan hombres, la culpa será siempre de ella.
Miles y miles de mujeres en todo el país y en muchas partes del mundo dijeron basta, corrección, vienen diciendo basta a este sistema de dominación y hegemonía cultural hace tiempo. Es una batalla cultural que necesita poder para construir condiciones para transformar.
El cooperativismo en esencia entiende que podemos operar con otros y otras, pone en el centro de la escena la vida: nosotros y nosotras, la naturaleza, el buen vivir como dice Evo en Bolivia.
El cooperativismo entiende que podemos construir condiciones para disputar ese poder para poder transformar el sistema patriarcal y capitalista. El cooperativismo, en esencia, entiende a la mujer y el hombre como libres productores y consumidores, que deciden entre todas y todos el que hacer, lejos del sálvese quien pueda decimos ayuda mutua, solidaridad y salida colectiva.
Como la marcha de esta semana, nos demuestra y las demuestra sujetos de cambio, cambio que tenemos que trabajar en la cotidianidad de cada uno de nosotros y nosotras, y que debemos trabajarlo colectivamente para que no haya #NIUNAMENOS e ir camino, los psoleros junto a otras organizaciones sociales, políticas, religiosa, sindicales, a un mundo mejor con solidaridad y unidad en la diversidad.
Por Pablo Tissera, miembro de la Junta Provincial del Partido Solidario Córdoba
Foto: Colectivo Manifiesto.

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